¿Quiénes somos?

La Congregación Scalabriniana fue fundada en 1887 por el Beato Juan Bautista Scalabrini para ayudar a millones de italianos que emigraron al continente americano. Durante los años 60, la Congregación Scalabriniana extendió su misión a todos los migrantes y amplió su alcance a nivel mundial. Como resultado, los programas y servicios de la Congregación se han multiplicado, especialmente para los migrantes más necesitados y vulnerables, los refugiados y los desplazados internos.

 

La Red de Casas del Migrante Scalabrini (México- Centroamérica) fue creada en diciembre de 1999, posterior a nuestra apertura, por iniciativa de los Misioneros de San Carlos –Scalabrinianos, con el objetivo general realizar una pastoral migratoria de conjunto entre estas Casas. Logrando esto a través de un trabajo en unión con otras organizaciones no gubernamentales e Iglesias en la promoción integral de los Migrantes, en su aspecto humano, cultural, social y espiritual.

 

La Red Internacional de Migración de Scalabrini (SIMN), es nuestra organización paraguas, establecida en 2005 por la Congregación de los Misioneros de San Carlos, Scalabrinianos. Dicha Red abarca más de 250 entidades que sirven y abogan por la dignidad y los derechos de los migrantes y las personas en movimiento alrededor del mundo.

 

De forma local, formamos parte de la Coalición Pro Defensa del Migrante, una red de organizaciones civiles de carácter regional con sede en el Estado de Baja California, formada en 1996 e integrada por seis organizaciones que atienden, asesoran y defienden de las personas migrantes.

NUESTRO FUNDADOR

San Juan Bautista Scalabrini nació y fue bautizado el 8 de julio de 1839 en Fino Monasco (Como, Italia). Ingresó en el seminario diocesano, donde realizó sus estudios de filosofía y teología. Recibió la ordenación sacerdotal el 30 de mayo de 1863.

El 28 de noviembre de 1887, fundó la congregación de los Misioneros de San Carlos (Scalabrinianos), para proporcionar asistencia religiosa, moral, social y legal a los emigrantes. Es así como su constante preocupación y dedicación a la causa de los migrantes genera que la Iglesia lo reconozca como “Padre de los Migrantes”. Él mismo fundó, el 25 de octubre de 1895, la congregación de Hermanas Apóstoles del Sagrado Corazón. Años más tarde, Juan Pablo II lo beatificó el 9 de noviembre de 1997 denominándolo “Mártir de la verdad”.

En 9 de octubre, el beato Juan Bautista Scalabrini fue proclamado santo. En la Basílica de San Pedro. Es una buena noticia no sólo para todos los que llevan su nombre, para los emigrantes y refugiados, para los laicos que participan en la misión Scalabriniana, sino para toda la Iglesia.